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Inmolado Substituto Redentoravico
-En todo el Universo los Dandertales sufrían y lloraban por la derrota. Nunca hubo tanta tristeza y horror ante el futuro como lo había sido en aquella ocasión. Las voces que vivían para entonar alabanzas al Creador articulaban ahora en lamentaciones. El Eterno, que, vencido por el infinito dolor ante la caída del hombre, no estaba, empero, sorprendido. Incluso antes de crear el Universo de Idumea ya había previsto ese triunfo de la rebeldía y, en Su máxima sabiduría y amor, había idealizado un Plan de rescate que lo implicaría en un inmenso sacrificio por entregar a una de sus bellas creaciones. – Daniel
-Secando las lágrimas de Su llanto por sacrificar futuramente en Edumer a lo que el considero como una de sus primeras creaciones. Él Eterno se propuso actuar poderosamente en favor de Sus Dandertales afligidos, impidiendo que éstos cayeran en las manos de los enemigos. En esa misteriosa intervención que aparentemente deponía contra la justicia, el Eterno ordenó que Sus más poderosos Ángeles circundasen inmediatamente el jardín del Edén, impidiendo que Satanás tomase posesión del montículo Sión, el lugar de los Coronados de Ebisfema. – Adam
-Consoladas ante la manifestación divina, las potentes criaturas, en pronta obediencia, descendieron por las puertas de Eridanus, para rodear en instantes el paraíso, y las compuertas que conllevaban a una misteriosa mansión nombrada por Dioses que a nadie se le permitió conocer, al ver Adán a estos comenzar a desvanecerse como si fuera un sueño, el Efimertano transformado en Darmendiano, comenzó a experimentar el primer trastorno ocasionado por el pecado, comenzaron a vivir el negror de una noche que sería muy larga y cruel.- Daniel
-Siendo la autoridad del Eterno fundamentada en la justicia, ¿de qué manera podría justificar Sus acciones delante de los enemigos? ¿No había entregado por Su voluntad el reino al Efimertano, y éste por su libre elección no lo había sometido a Satanás? Mientras que sorprendidos los Seres Eternos consideraban las acciones decisivas del Eterno como la fuente máxima de toda sabiduría, dejando de lado cualquier reproche por lo permitido, dejando que el retomara mano en el asunto. – Adam
-Oyendo su potente voz, que, repercutiendo por todos los espacios de la creación, traían a la mente de cada uno de ellos la revelación de un gran misterio, revelación tan maravillosa que, a partir de aquel momento, por toda la eternidad, otorgaría a los Dandertales la firme esperanza de un nada perdido. Siendo El Eterno el Soberano, promovió a cada Ser del Mundo Eterno, los temas para las más dulces meditaciones. - Daniel
-El Eterno habló primeramente sobre la terrible condenación que pendía sobre los que eran en su momento Efimertanos y toda la creación. Dijo que, al desligarse de la Fuente de la Vida, el hombre se había precipitado en tan profundo abismo que no podría ser alcanzado por Su brazo de justicia y poder. El Altezano humillado y torturado por las garras del enemigo, no le quedaba otra suerte más allá de la muerte, que es el fruto doloroso de su espontánea rebelión. – Adam
-Considerando la situación Darmendiana de los Altezanos, Los Dandertales no veían posibilidades de triunfo. Sabían que solo Ellos podrían retomar el dominio del enemigo, rogándole intervención divina al Creador. Pero el ser Darmendiano, eternamente esclavizado en su naturaleza, sería incapaz de tal victoria por sí mismo. Con voz melodiosa y llena de ternura, Dios reveló el Plan de la redención, que procedía dentro del “Proceso Divinificado de la Exaltación, diciendo: "En verdad, el hombre cosechará el fruto de su rebelión en una terrible muerte. No puedo, con mi poder, cambiarle la suerte. Si actuara así, sería injusto delante de mí decreto. Pero haré caer toda la condenación sobre un Substituto que surgirá por medio de la Dinastía de ellos. Ese Substituto no traerá en sus manos las argollas de la muerte, siendo inocente e incontaminado en Su naturaleza. – Daniel
